lunes, 21 de junio de 2010

Coffee and TV.

     - ¿Cómo se llama esa canción?
     -¿Cuál?
     - Esa, la del video de la cajita de leche...
     - Ni idea...

*   *   *

En aquel intercambio de discos organizado en la oficina Daniela, la secretaria mas exquisita del despacho, decidió regalarme un disco de Blur.
     Como suele ocurrir en cada intercambio, el sentimiento que me generó aquel obsequio resultó lastimoso pues consideré que la chica sólo se había limitado a cumplir con el protocolo sin considerar siquiera mis gustos musicales. De buena fuente supe que Daniela había aprovechado la hora de comida del día anterior para salir a buscar el obsequio. Supongo que no le fue difícil elegir considerando que la portada del disco resulta poco menos que interesante pero suficientemente llamativa para una mujer como ella.
     El caso es que el día del intercambio nos encontramos formando un círculo y cuando ya sólo quedábamos Linda, Daniela y un servidor, Linda entregó el regalo que le correspondía por lo que era su turno de recibir. Di un paso al frente y su carilla se llenó de júbilo. Me acerqué a ella y le entregué el compilado De la Banda pa' la banda de ese año; más de doscientas canciones interpretadas por distintas bandas sinaloenses en digipack de lujo contenidas en ocho discos. La cara de Linda fue de verdadera emoción y hasta un par de lagrimitas derramó al ver aquel obsequio que por su costo no había podido adquirir anteriormente. Su abrazo fue sincero y emotivo. Los compañeros comentaron que me había lucido con el regalo de Linda pues ella verdaderamente quería esos discos desde hacía varios meses.
     Era mi turno de recibir. Considerando que a todos les habían hecho obsequios excelsos y que Daniela era la secretaria del Director General, no había posibilidad de sentirme defraudado. Daniela caminó hasta mi, me entregó una bolsita de plástico de Mixup y me abrazó igual que en los tiempos de Pancho Villa. Ni siquiera tuve oportunidad de sentir su voluptuoso pecho o de rodear su cintura con mis manos. Daniela regresó a su lugar y el clásico "qué lo abra" retumbó en el pequeño espacio donde nos encontrábamos. Sin embargo, el silencio invadió el lugar cuando abrí la bolsita: ¿BLUR? Gamboa, el más carrillero del despacho notó enseguida mi disgusto y dijo:

   - ¡Uy! ¿Qué, no te gustó? Ah, se me olvidaba que tú eres roquero de esos duros ¿verdad? Le hubieras regalado la caja de Metallica, Danielita... o la de Iron Maiden.

     Daniela sonrió sin inmutarse siquiera. Agradecí el obsequio y regresé a mi lugar cargando esa horrible sensación que dejan los jodidos intercambios. Por supuesto, no tengo que negar que el disco jamás fue abierto y que fue desterrado a una cajita de zapatos donde guardo discos que me apena mostrar a mis invitados.

*   *   *

     Durante varios meses intenté que alguien me dijera el nombre de la canción cuyo video muestra a una cajita de leche caminando y que al final muere y va al cielo de las cajitas de leche vacías -supongo-. Me pareció un video estúpido pero la sola historia fue capaz de ponerme de buenas. Nadie supo decirme ni el nombre de la canción, ni el grupo que la interpretaba. Es entonces cuando pienso que es necesario abrir mi círculo de amigos y dejar que otras influencias golpeen mi mente de vez en cuando; juntarse con fanáticos del merol no trae nada bueno cuando la cultura musical exige conocer otras cosa diferentes al heavy metal.
     Por recomendación de Selene entre a You Tube y busqué el video, bastaron tres palabras y un par de clics para encontrar el video: Coffee and TV, de Blur.
     Repasé el video varias veces hasta ponerme de buenas, incluso, me di tiempo de escuchar otras rolas del mismo calibre: Why does ti alwas rain on me, de Travis me encantó. Me desconocí. Agradecí a Selene su apoyo para este logro y seguí buscando más canciones de esos grupos, luego las letras (mi inglés es nefasto a consecuencia de hablar chino mandarín) y al final, los discos donde podía escuchar esas canciones porque a esa hora ya estaba dispuesto a comprar los cedés. Aun no estoy preparado para pasar mis días con unos audifonos enchufados a las orejas porque soy de esos viejos que todavía disfrutan abrir un disco, meterlo en el estéreo  e inundar la casa con el ruido de una buena canción.
     ¡En la madre! El disco de Blur donde viene Coffee and TV es el mismo que me regaló Daniela en aquel fatídico intercambio. Y pensar que no había dejado de odiarla en todos estos años. No cabe duda que hay gente que se adelanta a tus gustos futuros.
     Me siento obligado a ofrecerle una disculpa. ¿Todavía trabajará en el despacho?©

6 comentarios:

  1. AYY MI ANSELMOO!! ME HUBIERAS PREGUNTADO A MI!!! A MI ME GUSTA BASTANTE BLUR SOBRE TODO ESE DISCO!!! Y LA LECHITA SE HA VUELTO UN CLÁSICO!! OHHH Y QUE DECIR DE LA DE TRAVIS!! QUE JOYA!!! LA AMO!!
    PARA LA OTRA CONSULTALE A MI PERSONA, QUE AUNQUE NO LO PAREZCA POR MI CORTA EDAD HAHAHAHA... TENGO BASTANTE REPERTORIO MUSICAL EN LA MENTE, Y EN LA COMPU!! HAHAHAHAHAHA...

    BESOS MI CHULO

    BONI!

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  2. jajajaja,buenísmo que al menos despues ya te gustó!!

    =D

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  3. Los intercambios siempre han sido asi, por eso lo mejor es decir un precio asi aunque sea una cochinada pues costo lo mismo que lo que uno gasto jeje saludos Hector

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  4. Jajajaja... pues te sonrio la fortuna futura..!

    A mi en el intercambio mas fatìdico de mi vida me regalaron una bolsa de pan (chica) llena de galletas Maria...

    TQ

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  5. Búscala y dile que hoy más que nunca, aprecias su regalo, que hace unos ayeres eras un metalero cerrado y empedernido, jeje

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