sábado, 26 de junio de 2010

Pegotes para refrigerador.

Siempre fui un imbécil para los juegos de destreza.
Por eso nunca tuve un trompo,
ni un yoyo,
ni una matatena;
ni siquiera una cajita con palitos chinos.

Como consecuencia de mi torpeza
nació mi afición por llenar álbumes con estampitas.
Sólo logré completar el de los Thundercats
el cual sirvió para que mi madre confeccionara confeti en un arranque de furia: ¿qué no sabes lo que cuesta ganarse el dinero?

Entonces tomé la decisión de retirarme de la actividad
y comencé a leer,
a escuchar música que me hacía soñar,
a consumir porno en cantidades aberrantes,
a comer golosinas
y jugar videojuegos
(para los que tampoco resulte bueno).

Una tarde que deambulaba en la Facultad de Ciencias Políticas
APARECISTE
y el deseo por tenerte en pequeños fotogramas venía contigo.
Así que decidí inventar un álbum con nuestra historia
esa que no existe
y no existirá jamás.

Concluí tomarte una foto
y llevarte conmigo hasta la entrañas de mi casa,
para mirarte y venerarte hasta que el apocalipsis me alcanzara.
Eso tampoco ha pasado
pero gracias a esas amigas infaltables
he logrado conseguir un par de fotografías más
que he editado hasta el cansancio
convirtiendo todo tu cuerpo en un mural
que vive feliz en la puerta de mi refrigerador.

Nunca fui bueno para llenar álbumes
salvo aquel de los Thundercats que robé a un compañero
cuando sólo le hacían falta cinco estampas.
Por eso,
mi mejor logro en esta vida de ocio ha sido tapizar con tu imagen
el vacío de mi refrigerador.©

1 comentario:

  1. No hay nada mas lindo que la pasión, que es esa forma que te inspira en hacer tus cosas.
    Esta muy lindo, para mi, yo creo que las emociones son diferentes en cada parrafo... yeeea..!

    ResponderEliminar