Ahora que estás tan lejos
(y tan cerca)
que nos separa -apenas- una pantalla
y que tus pensamientos recurrentes
se han volcado hacia mi indiferencia
puedo estar tranquilo
porque sé que nunca vas a cambiar,
tu cariño sigue -y será-
virtual.
¡Qué importa que no creas en mis palabras!
En mis silencios, en mi cariño y en mí.
¡Qué importa que pases todo el tiempo ofuscandote!
Desconfiando,
especulando.
Desde hoy te digo que eres libre
y que no puedo seguir dañándote más,
no puedo convertirme
en el blanco de tus enojos.
No quiero seguir siendo el motivo de tus desconfianzas.
¡NO MÁS!
Puedo admitir que no robo nada de ti,
ni tus sueños,
ni tus suspiros;
ni siquiera te importan mis besos,
mis caricias,
nada...
Así que desde hoy puedo guardar silencio
y no volver a contradecirte jamas.
Desde hoy te concedo toda la razón.
¡Qué importa!
... wow!!!! ... lo puedo utilizar??? ... hay gente a la que se lo puedo dedicar ... jajaja ... esta hermoso!!! ...
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