jueves, 25 de noviembre de 2010

Basta de clichés.

"Como la velocidad de la luz es mayor que la del sonido, ciertas personas parecen brillantes antes de que escuchemos las pendejadas que dicen." Frase cierta, contundente, directa a la cabeza. Un golpe directo al ego de quienes creen ser el centro de atención.
He conocido a muchos sujetos farsantes, a muchas chicas que quieren ser el centro de atención y para ello se valen de un montón de artimañas: ellos son caballerosos, amables, atentos; ellas, bienvibrosas, optimistas y lindas. Todos  y todas son unos farsantes. No creo en tanta caballerosidad, amabilidad y atención. Seguro estoy que algo quieren, sexo en la mayoría de las ocasiones. La bueba vibra me parece un completo cliché. El poder de los mantras generalmente raya en lo ridículo cuando el entorno habla por sí mismo. El optimismo, a fuerza de sonar idiota, se ha convertido en un placebo.
¿Amargado? Puede ser, pero prefiero serlo antes que ridículo. Hay días buenos y días malos. Me gustaría ver a los optimistas aplacando el dolor de las familias que han padecido las consecuencias de la violencia. Los "daños colaterales" no se borran con palabras ni mantras chocolateros que vienen escritos en libros de superación personal. Insisto, hay días buenos y malos; días en que la gente puede sentirse alegre y saludar a sus vecinos y compañeros de trabajo porque aí le nace hacerlo; pero también hay ocasiones en que uno trae el humor por los suelos y no quiere saber de los demás.
¿Se vale?
Claro, somos humanos. Es por eso que a partir de hoy me alejaré de toda esa gente falsa que, a decir verdad, sólo quiere llamar la atención. He dicho.

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